Un lector biométrico de retina le permite controlar y registrar las entradas y salidas del personal por medio del análisis los capilares que están situados en el fondo del globo ocular.
Con estos equipos, las empresas ya no requieren, contraseñas, tarjetas ni lectura de huellas digitales, las entradas no pueden ser transferibles ya que el acceso opera de forma individual.
El usuario simplemente debe acercar el ojo al lector y fijar su mirada en un punto. Una luz de baja intensidad examina los patrones de los capilares en la retina y en unos cuantos segundos se confirma o se rechaza el acceso.